jueves, 6 de enero de 2011

LA FAMILIA CAMBIA




Hoy, para consuelo de muchos, terminamos oficialmente las Navidades del 2011. En estos días pasados no he podido evitar pensar en cuánto ha evolucionado la sociedad en cuanto a estas fechas se refiere.

Si bien es de costumbre que en Navidad estemos en Familia... ¿Con qué familia estamos en Navidad? ¿Padres y hermanos? ¿Se suman los tíos, primos y abuelos? ¿Ganan terreno los amigos? ¿Qué hay de las parejas?... ¿Quién es nuestra familia?

El concepto en sí parece evolucionar con el tiempo y con los años y todo indica que la sangre está abocada a decolorarse.Todos tenemos a un tío racista o a un abuelo alcohólico, y quien no, un progenitor que es un condecorado capullo. ¿Son también nuestra familia? Rompemos tradiciones y año tras año decidimos a quien debemos amar. ¿Quien está a nuestro lado cuando las cosas se tuercen? ¿A quien llamamos para reír o llorar? ¿A quien hacemos regalos con cariño e ilusión?

Una vez dije que la familia son todas aquellas personas que pasan por nuestra cabeza en el primer minuto de año nuevo. Si es así el concepto se lo llevan los mensajes para mis amigos, para algún que otro familiar y quizá, por veces, para gente que ya no está. Un año más la experiencia se repite y la conclusión se mantiene: Familia es quien nosotros queremos que sea... son los nuestros... los míos.

lunes, 3 de enero de 2011

DE CABEZA A LA PISCINA


A lo largo de su vida hizo muchas locuras.

Un verano se escapó al mediterráneo para saber quien era. Ese verano cayó en la cuenta de que a veces no hay nada mejor cómo perderse para encontrarse.

Un verano dejó su carrera 4 años de económicas por cumplir su sueño. El invierno siguiente aprendió que en esta vida, cuando haces lo que te gusta, tus capacidades y aptitudes son exponenciales. Y además, mientras te esfuerzas, sonríes.

Un verano lo dejó todo para comprobar si había encontrado el amor de su vida. En el tren de regreso supo que el día de mañana sería un hombre que lo apostaría todo por vivir con la persona que quería. Eso y que debía aprender escoger mejor.

Veinticuatro años a sus espaldas y sólo puede decir una cosa: tirarse de cabeza a la piscina es lo mejor que te puede ocurrir, por que siempre puedes volver a donde estabas, y por que cada vez... lo haces con más estilo.

Ahora juega entre los dedos con un dado. Ya sabe quien es, ya sabe qué cosas le hacen sonreír y espera paciente la siguiente oportunidad de ser feliz.

No sé qué número saldrá pero sí se una cosa... cuando vea una oportunidad soltará el dado, empujará todas las fichas al centro de la mesa, sonreirá y seguro de si mismo dirá:

Lo apuesto todo.

sábado, 1 de enero de 2011

EMPIEZA EL 2011


Todos nos estamos recuperando de algo: algo que perdimos, algo que no conseguimos, algo que dejamos en el camino. Da igual quien o cómo seas; todos queremos ir en la dirección correcta, dejar atrás los obstáculos y siempre que nos sea posible, sonreír.

No hay una sola persona en el planeta sin problemas ¿Nos convierte eso en un mar de víctimas? En absoluto.

Yo me postulo como un superviviente, y este humano ha llegado al 2011 con unas cuantas cosas que decir:

1. Llora sólo una vez por cada cosa. Hazlo, suéltalo y déjalo atrás. No te regodees en el dolor, es más peligroso de lo que crees.

2. No te sientas sólo. Uno mismo debe ser la suficiencia y la plenitud. Puedes ir a donde quieras, puedes hacer lo que quieras. Tú eres lo más importante, del principio al fin.

3. Los días oscuros siempre pasan. Da igual la jugarreta que el destino te haya tendido. Siempre, siempre, los días oscuros pasan.

4. Sé optimista. Siempre habrá desgracias, siempre habrá problemas... así que simplemente déjalas a un lado. Vivimos en un mundo alucinante, míralo con cariño. Siempre tendrás cosas por ver, comida por probar y gente a la que amar.

5. Trabaja y trabájate. Trabaja un 50% del tiempo. Lo justo para sentirte realizado yendo tras tus sueños. Dedícate un 50% del tiempo. El suficiente como para hacer de cada presente algo bonito que recordar.

6. Cuida lo que tienes. Hecha suavizante en la lavadora, limpia los zapatos, lava las sábanas cada poco tiempo, inspira aire fresco, visita a tu familia, sé un buen amigo. Haz llamadas, manda mensajes, dí lo que sientes. Cuida lo que tienes.

7. Mantén siempre en mente lo bonito del ayer, lo que hoy te hace sonreír y lo que quieres.

8. Sé un adulto, sé fuerte, sé lo suficientemente inteligente como para saber que tú lo puedes todo.

9. Haz lo que te apetezca. Siéntete libre. Toma un whisky a las 2 de la mañana, mastúrbate, ríete con las gracias de los niños pequeños, canta y/o baila en la ducha, no vayas a donde no quieres, las reglas son las que tu creas. Sigue tus lemas.

10. Ama. Amar es necesario. Dedica tiempo y esfuerzo tanto para buscar como para ser un buen candidato... por que amar y ser amado... es lo más bonito que este mundo te puede dar.

viernes, 17 de diciembre de 2010

BALADA TRISTE DE TROMPETA


Los camareros de bares antiguos lo sabemos.

Detrás de cada cara nueva con un whisky sin hielo hay una historia. Yo sólo los sirvo. Ellos brindan por su pasado, sorbo a sorbo, y cuando la pena les pesa menos se marchan para no volver.

Recuerdo a aquel hombre. Él no era un polvoriento baúl de historias que guardar. Era joven a pesar de su barba y pelo descuidado. Era atractivo a pesar de su olor a tabaco y a humedad. Cualquier mujer se le habría presentado con carnales intenciones de una noche para olvidar si no fuese por que en silencio e invisible arrastraba como un fantasma las cadenas de la soledad.

Vino durante un par de semanas. Sentado siempre en el mismo taburete apoyado en el mismo lugar. Cada noche, a eso de las doce llegaba, y parco en palabras sólo pedía y repetía. Él y el whisky, el whisky y él. Nunca miraba a los lados, nunca parecía mirar en realidad. Inmerso en un tiempo que no era el suyo miraba aquel presente desde esos ojos tan vidriosos como el vaso de cristal al que se aferraba.

Le gustaba Jhonny Cash. Lo supe por azar. Al cuarto día sonaba Hurt en la radio y él cerró los ojos un instante. Juraría que algo dentro se le rompió. Dirigió una mirada al aparato y su mirada se humedeció. A la semana más o menos, cosas del azar, la canción volvió a sonar en la emisora, y una vez más apuró su copa y pidió otra.

Cuentan que viene del norte y que un día albergaba vida en su rostro. Que soñaba con casarse y tener hijos. Cuentan que amó tanto que cuando ella lo dejó se lo llevó también a él. Pero esas son historias de bar, lenguas de terceros, palabras de aquellos que un día lo vieron sonreir y ser feliz.

A las dos semanas le esperaba desde el otro lado de la barra, pero nunca apareció. Algo me dice que no volverá, que vive viajando encontrando un hogar, aunque viaja en el hogar de un pasado que no volverá.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

BOYS DON´T CRY


No hay lluvia, frío o tormenta; invierno, vendaval o noche.
Amanece, y con los primeros rayos del alba, estaré yo.

Da igual cuántas sean las heridas o derrotas.
Siempre tendré unas zapatillas Nike, un chandal Adidas, una sudadera ancha y el mp3 bombeandome música hasta la extenuidad.

No importa cuanto dure, no importa cuanto duela.
Después de cada derrota... una rodilla y luego la otra.

Al final lo he descubierto.
He sobrevivido a toda mi propia vida, y con el paso de los días, sólo encuentro una versión mejorada de mi propia anatomía.

Y al ring de nuevo.

martes, 23 de noviembre de 2010

DIRTY DANCING


Las luces de la ciudad poco a poco se hacen paso entre la noche. Las farolas, los carteles, las viviendas, las estrellas. El cielo negro. El aire frío. El invierno. La oscuridad.

Te siento desde lejos, sé que ya caminas lento, hacia mi encuentro.

Lleno la taza con té, abrazo la cerámica con los bordes de las mangas del pijama. Dejo que el vaho acaricie mi cara, sudándome la piel, regalándome su olor.

Me hago sitio entre la cama. Recupero la última página leída del libro de la semana. Enciendo un cigarrillo y apago mi realidad para entregarme a la ficción narrativa.

Sin embargo, poco a poco, llegas.

Una hora y media miro por la ventana. Es noche cerrada. El corazón se me acelera y las sábanas se me antojan melancólicas, filtrándose en mi piel, como tú lo hacías. Intento volver a esfumarme de mi habitación leyendo un poco más, apelando a la suerte de quedarme dormido sin tener que estar tú y yo a solas en la oscuridad.

Nada sirve, nada es suficiente.

Da igual que sea un libro, una película, una serie o la hebriedad del fin de semana.

Siempre llegas, siempre me tocas y siempre me haces daño.

Entonces todo empieza. Imagino tu rostro; el calor en mi pecho, pienso en dónde y con quien estarás; el nudo en el estómago, retumban viejas frases en mi cabeza; y un mar de tristeza asola la orilla de mi débil fortaleza.

Los recuerdos me toman de la mano y me llevan a cada beso, a cada promesa. Y siempre me besas, siempre repites que siempre me querrás, y yo, ineficiente, grito e intento escapar. Duele. Dueles en cada centímetro de mi alma, de mi anatomía, anidas en mi pecho y por más que me esfuerzo la mente siempre pierde en el intento de destronarte.

Te odio. Te odio por que una parte de mi te sigue queriendo. Y no lo entiendo. Así que me odio a mi también, odiándolo todo, odiándonos a ambos, a lo que fuimos, a la incongruencia de lo que soy.

¿Por qué tuviste que volver? ¿Por qué volviste y me cogiste la mano? Confiaba en ti, confiaba en ti. Eras la única persona que nunca me ibas a hacer daño, me lo prometiste, volviste, me lo pediste, me besaste, me lo prometiste.

Y ahora solo queda eso, daño, daño de lo que fuimos, daño de lo que hiciste, daño de lo que queda, sólo yo, en mi vida, en cada noche, despierto o ya en sueños. Vivo o muerto mi mente siempre te encuentra.

Quiero regalarle mi sexo a alguien. Por venganza, por despecho, por falta de autoaprecio. Te metiste en mi cuerpo, me hiciste colarme dentro de ti. Maldita seas, ya ni me siento mío, me siento de nadie, del viento, del recuerdo.


Cuando abro los ojos, cada mañana, tengo la plena sensación de que, como un fantasma, has vuelto a mi lado, mentiroso, de nuevo dentro de mí. Te has vuelto a colar sin mi permiso, violándome el alma. Y la luz de la mesilla que permaneció encendida... no pudo hacer nada.



Sarah McLachlan - Angel
Pasas todo el tiempo esperando
por esa segunda oportunidad.
Un descanso que te haga sentir mejor;
siempre hay una razón
para no sentirse lo suficientemente bien.
y es dificil al terminar el dia
necesito una distracción
oh hermosa libertad
Los recuerdos se filtran por mis venas
dejame estar vacia y sin peso
y tal vez
encontraré esta noche
algo de paz.

jueves, 11 de noviembre de 2010

YO ESTOY GENIAL ¿Y TÚ?


Cuando te vas haciendo mayor aprendes a mentir. Podemos negarlo, pero con el tiempo... la verdad se vuelve innegable.

Mentir es necesario.

Entenderlo es fácil: Si te cruzases con una persona que te rompió el corazón hace una semana y esta te preguntase - "¿Qué tal te va todo?" - sólo habría una única respuesta posible: "Yo estoy genial ¿Y tú? ".

Da igual lo que sientas, da igual lo que lleves por dentro. Le arracanrías la cabeza, pero en vez de eso sonríes e intentas mantener la compostura.


Mentir es necesario. De no hacerlo seríamos un cristal llano y transparente, un escaparate permanente de nuestros sentimientos. Un blanco fácil para los demás.

Somos personas, tenemos sentimientos. Todos, uno por uno... sufrimos... caemos... lloramos. No hay opción en ello, no es algo que puedas elegir no hacer. Sentir, para bien o para mal, forma parte de nuestra condición humana. Es lo que nos mantiene calientes, con vida, con luz.

Sentir o no sentir no está en nuestra mano. Ocultarlo, sí.



¿Ves la sonrisa que hay en mi boca?
Esconde las palabras que no brotan.
Los amigos que creen que soy afortunado
No saben que mi cabeza está hecha un lío.
No saben quien soy en realidad
Y no saben por lo que he pasado.
Pero tu sí
Estoy hecho para ti.