
Hoy, para consuelo de muchos, terminamos oficialmente las Navidades del 2011. En estos días pasados no he podido evitar pensar en cuánto ha evolucionado la sociedad en cuanto a estas fechas se refiere.
Si bien es de costumbre que en Navidad estemos en Familia... ¿Con qué familia estamos en Navidad? ¿Padres y hermanos? ¿Se suman los tíos, primos y abuelos? ¿Ganan terreno los amigos? ¿Qué hay de las parejas?... ¿Quién es nuestra familia?
El concepto en sí parece evolucionar con el tiempo y con los años y todo indica que la sangre está abocada a decolorarse.Todos tenemos a un tío racista o a un abuelo alcohólico, y quien no, un progenitor que es un condecorado capullo. ¿Son también nuestra familia? Rompemos tradiciones y año tras año decidimos a quien debemos amar. ¿Quien está a nuestro lado cuando las cosas se tuercen? ¿A quien llamamos para reír o llorar? ¿A quien hacemos regalos con cariño e ilusión?
Una vez dije que la familia son todas aquellas personas que pasan por nuestra cabeza en el primer minuto de año nuevo. Si es así el concepto se lo llevan los mensajes para mis amigos, para algún que otro familiar y quizá, por veces, para gente que ya no está. Un año más la experiencia se repite y la conclusión se mantiene: Familia es quien nosotros queremos que sea... son los nuestros... los míos.